La sostenibilidad hecha zapato

La marca Ray Musgo ofrece calzado ecológico, cómodo y de diseño desde Zaragoza para España y gran parte de Europa

Desde su tienda en la calle Pedro María Ric testean los modelos que después pisarán los adoquines de las principales ciudades del Viejo Continente

Cuando Lorena Gasco y Javier Sánchez pasaban las horas en la biblioteca estudiando Ingeniería Química y Geológicas, respectivamente, no imaginaban que años después se dedicarían al diseño y venta de zapatos ecológicos. En sus ecuaciones e investigaciones no había cabida, de momento, para el calzado sostenible. Sin embargo fue su carácter científico y la apuesta por la sostenibilidad lo que les llevó en 2013 a sentar los cimientos de Ray Musgo, una marca de calzado respetuoso con el medioambiente que se complementa con una imagen urbana y moderna. “Nos dio por investigar sobre qué había de ecológico en el sector y vimos que había bastante poco. Surgió como reto”, afirma Javier. Y la cosa funcionó. A día de hoy, las suelas del calzado de sus clientas, fabricadas en Zaragoza, pisan fuerte en Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Alemania y España, entre otros países.

El destino ha sido el que los ha ido conduciendo por unas vías en las que la dirección ha ido desviándose de su proyecto inicial. “Cuando comenzamos hace tres años no teníamos en mente tener una tienda, ya que tiene unos horarios muy esclavos. La idea era crear una marca de calzado ecológico y vender a comercios”, confiesa Lorena, con la ironía de estar sentada  en una silla dentro de la tienda que tienen Zaragoza, un negocio del que recelaban al principio, pero que con el paso de los años han visto que es muy beneficioso. Pero antes de abrir las puertas de este negocio, localizado en la céntrica y selecta calle de Pedro María Ric, Lorena y Javier hicieron un periplo bien interesante que merece la pena conocer.

Lorena resume en unas pocas frases lo que fueron dos años llenos de buenas noticias.“En diciembre de 2013 presentamos nuestro proyecto al Semillero de Ideas, de Zaragoza Activa, y estuvimos allí  casi un año con formación y asesoría. Entonces, ganamos el premio del Semillero de Ideas y pasamos al Vivero de Ideas, donde tuvimos una oficina durante meses. Mientras tanto nos presentamos a un concurso nacional de emprendimiento verde que se llama ‘Greenweekend’, del sector de producto ecológico, y lo ganamos.

Este premio más la ayuda de la Cámara de Comercio de Cantabria, que nos concedió un Erasmus Emprendedor, nos permitió mudarnos a Bruselas unos meses para desarrollar el producto y a hacer un estudio de mercado en Europa desde la Confederación Europea de la Industria del Calzado. Volvimos en 2015 y fue entonces cuando lanzamos la marca”. Regresaron a Zaragoza y es desde aquí desde donde diseñan, desde donde se fabrica el calzado y desde donde no paran de investigar para crear productos cómodos, sostenibles y estéticos para una clientela que no deja de crecer.

Fue en ese momento cuando les surgió la oportunidad de instalarse durante un mes en una pop-up store del Centro Comercial Aragonia. Una prueba de fuego que aprovecharon. “Nuestra intención era estar un mes allí para testar el producto. No teníamos ni idea de cómo funcionaba una tienda, ni tampoco de calzado. Al final nos quedamos tres años”, explica Lorena. Durante todo ese tiempo, ambos aprendieron muy rápido tanto de técnicas de stock como a mejorar su calzado gracias a los comentarios y recomendaciones de las clientas. “Pudimos ir puliendo los defectos de las colecciones. Temas como dónde hacer más ancho un zapato o la altura del tacón salían cuando enseñábamos los zapatos. Esa respuesta directa de las usuarias, nos permitió avanzar más rápido y fue toda una oportunidad para aprender”. Con la experiencia vivida, optaron por mantener un espacio abierto al público, que sirviera como showroom de sus zapatos y también como punto de venta.

Tras mucho buscar, se decantaron por instalar su tienda en la zona centro de Zaragoza, en unas calles pobladas de marcas de calidad con una oferta que se complementa con buenos restaurantes y locales con encanto. Encontraron un espacio que se adaptaba a la imagen orgánica, luminosa y limpia que quiere proyectar su marca. “En Aragonia estábamos muy bien, pero aquí, al estar fuera de un centro comercial, podemos llevar distintos horarios, tenemos más luz y disponemos de otras ventajas que valoramos cuando nos mudamos”, explica Javier. La tienda tiene un diseño minimalista, con musgo real, material reciclado, y estanterías con forma de montañas, donde se pueden ver los zapatos para después probarlos.

Venta a tiendas multimarca

Paralelamente a este proceso desde Ray Musgo se trabajó en su principal línea de trabajo: diseñar y fabricar calzado para venderlo a otras tiendas. Para ello, contrataron a un comercial, que a día de hoy, dirige un equipo que desarrolla su actividad en la zona de Cataluña, zona norte, Madrid y Levante, en España, y más allá de las fronteras, en Holanda, Luxemburgo y Bélgica. Es en este último país donde más aceptación tienen los zapatos de Lorena y Javier. “Estamos preparando la línea de la temporada de primavera del año que viene y vamos a exportar a Bélgica más del 50% de la fabricación”, explica la emprendedora. Esto es posible ya que “allí valoran la artesanía, lo hecho a mano. El calzado español es algo que tiene muy buen reputación y eso nos ha beneficiado”. Esa fama se suma a la comodidad y sostenibilidad de la marca. “En España, cuesta más entrar en el mercado. Hay que explicar nuestras ideas”. No obstante, Lorena es optimista, y apunta que “hay una corriente nueva de clientes que empieza a valorar más la calidad, la comodidad y a lo mejor antes compraban cinco pares de zapatos y ahora valoran comprar menos pares cada temporada, pero de más calidad”.

Parte del éxito de sus zapatos es, además de un buen equipo de comerciales, apostar por un diseño propio con materiales de primera calidad, ecológicos, con un impacto ambiental prácticamente nulo. Para lograrlo, investigan y buscan componentes que se usan en otras industrias para incorporarlos al calzado. Quieren que el zapato luzca como un zapato normal, pero que tenga esa vertiente ecológica y, sobre todo, que sea cómodo. “Muchas veces nos compran por esa comodidad de nuestros zapatos, sin saber realmente lo que hay detrás”, coinciden ambos. Pero su propósito es que se conozca su respeto por el medioambiente, por eso a las tiendas que venden sus productos les dan instrucciones. “Les entregamos flyers y expositores que explican el valor de lo se está produciendo. Nos gusta que las tiendas que tienen nuestros zapatos hablen de ello a sus clientas”, indica Javier.

Los locales que venden los zapatos de Ray Musgo son igualmente un gran aliado en su estrategia de redes sociales. “Apóyate en tus marcas, busca conexiones en tus redes”, es uno de los consejos que se puede sacar de la experiencia de Javier y Lorena. “La comunicación entre marca y tienda que vende los productos de esa marca es buena. Nos retuiteamos, comentamos y hablamos por redes y eso llega a las clientas que luego se acercan a comprar los zapatos”, señala Javier, quien también ve necesario la presencia de una tienda on-line para mantener el negocio. “Nosotros hemos visto que las zapaterías que han cerrado en los últimos años han sido aquellas que no se han adaptado al comercio electrónico”, apunta Lorena, quien afirma que el comercio on-line de la marca está creciendo. “Realmente está aumentando mucho, sin apenas dedicarle esfuerzo”, asegura Javier.

Diseño propio en busca de nuevos puntos de venta

“Nuestro esfuerzo actual es seguir aumentando nuestros puntos de venta. La zona sur del país no la hemos pisado todavía, así que se puede decir que aún hay mucho mercado por explorar. La gente nos compra por la comodidad y siempre hay mercado para un zapato cómodo que encima aporta diseño. Tenemos cabida en muchos tipos de tiendas, pero aún nos faltan muchas”, reflexiona Javier, asegurando que no habría problema de stock, ya que la capacidad de producción se podría escalar.  Esa escala puede traspasar fronteras. Lorena informa de que se están trabajando en zapatos para fuera de España. “Estamos centrados en conceptos que vemos que nos fallan. Ahora mismo estamos desarrollando una línea de calzado para climas con mucha lluvia y nieve para clientes de países como Alemania, y Finlandia. Queremos abrirnos más a mercados en Alemania y en los países nórdicos”. Para lograrlo, no dudan en hacer las maletas y acudir a ferias especializadas.

De vuelta al calor de la Península, Ray Musgo desarrolló una original y práctica idea que ha sido todo un acierto para sus clientas: “sandalias con plantillas”. “Nos dimos cuenta de que no había sandalias de verano a las que poder poner plantillas. Así que estuvimos investigando y al final creamos un tipo de modelo para ellas”. Esta es una innovación más de todas las que bullen en la cabeza de ambos emprendedores, en las que no paran de surgir nuevos caminos que seguir e investigar. No obstante, son fieles a sus modelos de siempre y huyen de adornos innecesarios. “Tenemos modelos que respetamos desde que empezamos, que funcionan muy bien y a la gente les gustan. Les cambias el color, la gama de pieles,… si el modelo ha funcionado, no hacemos el loco”. Ahí su mente científica y práctica se ve de nuevo.

Texto de Beatriz Cuartero Méndez

Fotografías de Marcos Cebrián

Video de Amaury Cabrera

“Nos dio por investigar sobre qué había de ecológico en el sector y vimos que había bastante poco. Surgió como reto”


Javier Sánchez, Ray Musgo

“Con la experiencia del pop-up store pudimos ir puliendo los defectos de las colecciones, fue toda una oportunidad para aprender”


Lorena Gasco, Ray Musgo

“Apóyate en tus marcas, busca conexiones en tus redes”


Javier Sánchez, Ray Musgo

“Tenemos modelos que respetamos desde que empezamos, que funcionan muy bien y a la gente les gustan. Les cambias el color, la gama de pieles,… si el modelo ha funcionado, no hacemos el loco”


Lorena Gasco, Ray Musgo
  • Ray Musgo

  • Calle Pedro María Ric, 21, Zaragoza

  • Sus Redes Sociales