Flores únicas para momentos singulares

La turiasoniense Flores Kentia acompaña a sus clientes en celebraciones y eventos, ofreciéndoles productos personalizados y trabajados desde la pasión por el arte floral

El Monasterio de Veruela es una joya indiscutible del Císter, pero lo es aún más cuando se viste de gala- sin romper los preceptos de San Bernando de Claraval, por supuesto-, en celebraciones especiales. Asunción Taus, dueña de Flores Kentia en Tarazona, tiene la suerte de poder poner color de vez en cuando al interior del monasterio que cautivó a Gustavo Adolfo Béquer. Desde esta floristería turiasonense trabajan en todo tipo de eventos, provocando un regalo visual a quien lo encarga. Aunque a simple vista puede parecer que venden arte floral, plantas y flores naturales para cualquier ocasión, en el fondo, esta floristería, como ellos mismo indican, “vende emociones”.

Flores Kentia es un negocio local, regentado por una gran conocedora del mundo floral. Asunción Taus disfruta de lo que hace y eso se nota en cada creación que se puede contemplar en su tienda. Se esmera en cada arreglo porque el tiempo que pasa pensando en la combinación de flores y demás elementos es un tiempo de máxima diversión para ella misma, en el que da rienda suelta a su creatividad. Esa creatividad se pone a prueba también cada año en los concursos de escaparates que Flores Kentia ha ganado en más de una ocasión. “Tengo un producto al que le puedo dar mil vueltas. Es un negocio creativo y a mí me apasiona”, exclama Asun con alegría en su voz.

La tienda se encuentra en la zona alta de Tarazona, una localidad aragonesa con unos 11.000 habitantes censados, que ha desarrollado un comercio pequeño y de cercanía que compite con las grandes superficies que hay en otros puntos geográficos cercanos como pueden ser Tudela y Zaragoza. No obstante, su floristería “quizá no se encuentre en la misma situación que otros comercios de Tarazona”, ya que unas flores o unas plantas no tienen la misma competencia que otros productos como la ropa o el calzado. “Hay una mentalidad muy extendida en este tipo de localidades que cree que aquí no vas a encontrar lo mismo que hay en otras poblaciones más grandes. Se cree que los pueblos tienen sus limitaciones. Por eso cuesta sacar adelante un negocio en un sitio pequeño”, afirma.

No obstante, Asun trabaja a conciencia para romper esa barrera psicológica y lo hace con la pasión que le transmiten las flores y el feedback que recibe de vecinos y clientes tanto de los que visitan su tienda como aquellos que se paran frente al escaparate con el único fin de ver sus últimos diseños florales. “Hay veces que algunas personas vienen a pasear hasta la tienda solo para observar el escaparate. Disfruto al verlas cuando se paran a observar porque veo su reacción y me emociona”. Y es que para esta florista lo que vende no son productos, sino “emociones”. “Puede parecer que vendo plantas, pero vendo algo más. Quiero que cuando salgas de mi tienda, tengas esa sensación de bienestar y satisfacción. Esa es la diferencia entre comprar una planta cualquiera con celofán a una que nos transmite”.

Su negocio se basa en la singularidad que consigue con su creatividad. Ella sabe que para comprar unos claveles sencillos, los vecinos pueden ir a cualquier otra tienda, pero que si buscan algo especial, pueden confiar en Floristería Kentia para cumplir sus expectativas. “Puedes vender cosas más sencillas, pero cuando vendes un producto en el que ves que el cliente se va contento porque le has dado lo que necesitaba, te sientes muy bien”, indica, resumiendo así en estas pocas palabras la filosofía básica de su negocio. Por eso no duda en aceptar ningún encargo y viste tanto los pasos de Semana Santa como prepara un ramo para una madre con motivo del Día de la Madre o decora una iglesia para una boda.

Negocio orientado al cliente

Esta tienda acompaña a sus clientes en momentos clave. Por ejemplo, una parte de su negocio se basa en arreglos florales para funerales. Su producto es perecedero. Sin embargo, este segmento de negocio relacionado con los entierros hace que casi cada día se renueve el género. “Todos los días compro flores”, asegura. Cuando alguna flor o planta se pasa “no la vendemos”. “No queremos que se compre algo que ya no vale. Así que o bien lo tiramos o bien lo guardamos para dárselo algún cliente que sabemos que les gusta mucho”.

Para llegar a un número mayor de personas, Floristería Kentia está en redes sociales como Facebook, aunque Asun confiesa que todavía no está muy metida en el tema y no le importaría saber más. “Para mí es un caballo de batalla”, indica. Aún así es consciente del poder de las redes y, por ejemplo, cuelga sus ramos y centros para ver si funcionan. “Hago una creación y la subo a redes. Me comentan e incluso tengo clientes que me mandan un Whastapp para decirme que les gusta”. Es consciente de que esas acciones, que crean imagen de marca, quizá no sirvan para vender ese mismo día, pero el retorno es a largo medio plazo.

Al igual que la imagen en los medios sociales, la imagen física es muy importante para esta tienda. Por ello, Asunción no deja de formarse y participa en cursos de escaparatismo para poner después en práctica en su tienda todo lo aprendido. Asimismo, cada estación, la decoración interior del local va cambiando para crear un ambiente fresco y actual que no desentone con la época del año. Además, la florista no deja de experimentar en el arte floral y no teme probar con elementos nuevos y otros materiales como cúpulas para preservar las flores o encargos muy personales bajo las premisas de lo que le piden sus clientes.Y es que como indican en sus vídeos promocionales: “cada arreglo es único porque ponemos todo nuestro amor y nuestro arte”.

Texto de Beatriz Cuartero Méndez

Fotografías de Marcos Cebrián

Video de Amaury Cabrera

“Tengo un producto al que le puedo dar mil vueltas. Es un negocio creativo y a mí me apasiona”


Asunción Taus, Flores Kentia

“Hay veces que algunas personas vienen a pasear hasta la tienda solo para observar el escaparate. Disfruto al verlas cuando se paran a observar porque veo su reacción y me emociona”


Asunción Taus, Flores Kentia

“Puede parecer que vendo plantas, pero vendo algo más. Quiero que cuando salgas de mi tienda, tengas esa sensación de bienestar y satisfacción. Esa es la diferencia entre comprar una planta cualquiera con celofán a una que nos transmite”.


Asunción Taus, Flores Kentia

“Cada arreglo es único porque ponemos todo nuestro amor y nuestro arte”.


Asunción Taus, Flores Kentia
  • Flores Kentia

  • Av. de Madrid, 259, Zaragoza

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