Conectar con el turismo, un reto del comercio turiasonense

Marian Mesa, impulsora de la tienda de moda De la Rose, ve como una oportunidad el creciente número de viajeros que recalan en Tarazona

Encontrar las últimas tendencias de las grandes marcas nacionales e internacionales en una población de poco más de 11.000 habitantes es posible. Lejos queda la imagen de tener que desplazarse hasta las grandes ciudades para adquirir un producto a la última que lleve la firma de una marca de moda reconocida. Por lo menos eso ocurre en la localidad zaragozana de Tarazona desde que la boutique De la Rose abrió sus puertas. Esta tienda, dedicada a la venta de ropa y complementos para hombre y mujer, ha desarrollado un estilo propio que atrae a vecinos y a un gran número de clientes de municipios de alrededor.

Su buena situación estratégica en un núcleo que se ha abierto al turismo en los últimos años podría ser una gran oportunidad para este comercio que dirige Marian Mesa, quien cada día se pone detrás del mostrador con una sonrisa en la boca para aconsejar a unos clientes fieles que buscan sus consejos. Sin embargo, Marian cree que el comercio local no conecta con el turismo que recala en Tarazona, puesto que todavía queda mucho trabajo por hacer. “Vienen muchos grupos de visitantes y pasan por delante de nuestra tienda sin pararse. Lo que ocurre es que contratan un viaje organizado en el que todo está planeado y, claro, no les queda tiempo para pararse en las tiendas de aquí”, expresa. Este flujo de turismo creciente- sobre todo desde la reapertura de la Catedral de Tarazona en 2011 tras 30 años cerrada y que se estima que se amplíe tras la próxima apertura del Parador del Monasterio de Veruela- podría ser una gran oportunidad de negocio para el comercio local. “Otros lugares donde se producen alimentos, como por ejemplo trufa, lo tienen mejor organizado y saben sacarle más partido”, opina.

Esa vía de abrirse al mercado del turismo se une al día de día en Tarazona, en el que De la Rose trae cada mes prendas nuevas y propuestas de complementos para los gustos más exigentes. “No nos gusta tener una prenda más de un mes en el local. Si veo que no se vende, al final, la llevo a una sección de ofertas, de outlet”. Este cambio constante de stock es fruto de la curiosidad de Marian, quien no duda en ir a ferias y eventos especializados en moda para conocer las últimas tendencias para así poder ofrecérselas a sus clientes. Pero además, no sólo sacia su curiosidad de amante de la moda, sino que hace que “muchos vecinos entren a mirar regularmente, a ver qué hay nuevo”. “Algunos van a tomar un café y saben que suelo renovar género, así que cuando acaban se pasan a ver las novedades, por si algo les viene bien”, asegura.

Aún así, Marian, quien eligió como nombre para su tienda la conjunción de los nombres de su madre y de su padre, señala un obstáculo difícil de sortear al que se enfrenta diariamente: “Hay muchas personas que viven en localidades pequeñas que piensan que el comercio de estos sitios no tiene lo mismo que lo que se puede ofrecer en los centros comerciales o en las grandes ciudades. Están equivocados”. Para dar entidad a su opinión narra un episodio frecuente. “Para comprar los vestidos de comunión, muchos van a Zaragoza, porque creen que así encontrarán algo diferente. Sin embargo, ha pasado que al llegar a la iglesia, ha habido coincidencias de vestidos, unos comprados fuera y otros en Tarazona”. Para luchar contra ese desconocimiento Marian se mueve tanto en Tarazona, en donde pertenece a la Asociación de Comercio, Servicios e Industria de Tarazona, como en el exterior, a través de las redes sociales, a las que dedica tiempo y creatividad.

Una apuesta por las redes sociales

“Soy muy activa en las redes sociales, sobre todo en Facebook e Instagram”, indica. Y es que las posibilidades de marketing que dan estas herramientas posibilitan que no solo los vecinos de la ciudad turiasonense y los alrededores conozcan las novedades, sino que clientes más allá de Aragón descubran esta tienda y empaticen con Marian y su filosofía. Nos deja una anécdota sobre esta dimesión de las redes. “Hace poco vino un hombre de Canarias. Se presentó en la tienda y nos contó que lo había mandado su hija porque nos seguía por las redes sociales y era muy fan. Le había encargado que nos comprara algo. Nos hizo mucha ilusión. El hombre venía de viaje de turismo, pero aprovechó que pasó por Tarazona para cumplir el deseo de su hija. Por supuesto, después me puse en contacto con ella para agradecerle el gesto y el cariño”, dice orgullosa.

Y es que con lo que más disfruta esta apasionada de la moda es con la satisfacción de sus clientes. “Lo mejor que nos puede pasar es que, después de un evento, nos venga alguien que nos ha comprado una prenda o un complemento para explicarnos lo bien que se ha sentido con lo que llevaba, que le ha hecho vivir un momento único y especial”. De la Rose vende ropa de diario, pero también prendas para eventos como bodas, bautizos o diferentes reuniones sociales. Por eso es importante saber aconsejar a cada persona que atraviesa la puerta según sus necesidades y elegir adecuadamente el catálogo para cumplir las expectativas de sus clientes. Marian también se esmera en el trato personal, ese que le puede diferenciar de las grandes superficies. “Hay muchas personas que no saben comprar en centros comerciales. Van y son incapaces de llevarse nada nada de allí. Se vuelven locas y prefieren el pequeño comercio. Por eso creo que la atención personal es esencial”.


Texto de Beatriz Cuartero Méndez

Fotografías de Marcos Cebrián

Video de Amaury Cabrera

“No nos gusta tener una prenda más de un mes en el local. Si veo que no se vende, al final, la llevo a una sección de ofertas, de outlet”


Marian Mesa, De la Rose

“Hay muchas personas que viven en localidades pequeñas que piensan que el comercio de estos sitios no tiene lo mismo que lo que se puede ofrecer en los centros comerciales o en las grandes ciudades. Están equivocados”


Marian Mesa, De la Rose

“Soy muy activa en las redes sociales, sobre todo en Facebook e Instagram”


Marian Mesa, De la Rose

“Hace poco vino un hombre de Canarias. Se presentó en la tienda y nos contó que lo había mandado su hija porque nos seguía por las redes sociales y era muy fan. Le había encargado que nos comprara algo. Nos hizo mucha ilusión. El hombre venía de viaje de turismo, pero aprovechó que pasó por Tarazona para cumplir el deseo de su hija. Por supuesto, después me puse en contacto con ella para agradecerle el gesto y el cariño”


Marian Mesa, De la Rose
  • De la Rose

  • Calle Francisco Martínez Soria, 2, Zaragoza

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