La trufa, un tesoro bajo tierra

Amor a primera vista (o paladar) fue el que tuvo María Jesús Blanco, propietaria de Lasca Negra, cuando probó su primera trufa hace más de cinco años. Desconocida a lo largo de su vida para ella, un mes de febrero su marido trajo una trufa con motivo del cumpleaños de su hija y el olor, el sabor y la calidad del producto les cautivó a ambos. 

Tras más de 20 años en la misma empresa y a partir de una reestructuración interna, Blanco se vio en el paro y decidió comenzar a formarse en todo lo que rodea a la trufa y en cuestiones de emprendimiento en el Instituto Aragonés de Fomento (IAF). Con la idea clara de cómo querían que fuese Lasca Negra y después de 9 meses de búsqueda de un local que cumpliese sus expectativas, en 2018 toma forma el proyecto de emprendimiento de Blanco, quien cuenta con el apoyo de su marido y dos de sus sobrinos cuando es necesario.

De esta manera nace Lasca Negra, ubicada en la calle Anselmo Gascón de Gotor, cerca del Paseo de Sagasta, y siendo un espacio que va mucho más allá del modelo de tienda convencional. ‘Lasca’ gira en torno a la trufa, un alimento estacional que, dependiendo del tiempo y las precipitaciones, se recoge y comercializa entre los meses de noviembre y marzo. Además, de manera natural su tiempo de conservación refrigerado es de sólo 15 días. De esta manera, Blanco tuvo claro desde el primer momento que en Lasca Negra habría mucho más que trufa aunque ese fuese su sello de identidad.

Lasca Negra, tienda fotografiada por Marcos Cebrián

Además de esta diversificación del producto, en Lasca Negra cuentan con una Sala del Gusto y la Emoción. Esta sala “experiencial” es donde se llevan a cabo diferentes actividades como talleres de cocina, master class, catas y degustaciones, presentaciones de productos propios y de sus proveedores y cursos de formación relacionados con la gastronomía. 

Una de las cuestiones que Blanco tuvo claras cuando decidió emprender el proyecto que es Lasca Negra fue el hecho de tener una historia detrás de cada producto.

María Jesús Blanco, propietaria de Lasca Negra, posa en su Sala del Gusto y la Emoción

Es por eso que todo lo que se vende en Lasca tiene “un encanto especial”, como afirma su propietaria. Conociendo al productor y a sus proveedores, Blanco pone el ojo en productos artesanos, muchos de ellos de nuestra tierra, y con un valor añadido emocional en su razón de ser o en la manera en que son elaborados. 

Plato con trufa de temporada en Lasca Negra

Productos gourmet o del día a día es lo que uno se encuentra cuando entra en Lasca Negra, además de un trato cercano y personal ya que “todo lo que rodea a la tienda es mi pasión”, declara Blanco.

Fotografías de Marcos Cebrián

Vídeo de Amaury Cabrera

“Nuestra idea no es sólo vender trufas sino enseñarle a la gente qué hacer con ella”

María Jesús Blasco, Lasca Negra

“Compramos directamente al truficultor y nosotros realizamos todo el proceso posterior”

María Jesús Blasco, Lasca Negra

“Me gusta que todo el producto que vendamos tenga una historia detrás”

María Jesús Blasco, Lasca Negra
  • Lasca Negra

  • Anselmo Gascón de Gotor, 13, Zaragoza

  • https://lascanegra.com/

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