Joyas artesanales, piezas con historia
La artesanía se ha situado en los últimos años prácticamente como una especie en extinción. Enmarcada en un contexto donde cuestiones como el fast fashion o el fast food encabezan los rankings de consumo mundial, lugares como el taller de joyería de Ricardo Asiaín reivindican el valor del trabajo manual y cuidado al detalle, donde cada pieza tiene su historia.
Fundado en 1940, el taller se encuentra actualmente en su 3ª generación familiar. Ubicado en Utebo, Ricardo, su propietario, trabaja y vende algunas de sus piezas en un espacio diferenciado donde se respira artesanía, pasión, conocimiento y respeto por su profesión. Y, aunque él no se considera joyero porque “para eso hacen falta muchos más años en esto”, cuenta con más de dos décadas en el mundo de la alta bisutería. Ricardo Asiain se inició en el mundo de la joyería de la mano de su padre en el taller familiar, aún cuando era adolescente. En aquella época, afirma, no era su prioridad, y no fue hasta los 20 años cuando descubrió y se comenzó a enamorar de este mundo. Asiain se empezó a interesar por cuestiones como el valor de los diamantes, sus calidades o la pureza, además del mercado del oro y todo lo que envuelve a la confección y realización de las piezas.
También, tanto padre como hijo, se interesaron profundamente en la capacidad de las herramientas y maquinarias, así como en sacar el máximo provecho de ellas. Por ello, durante sus años de aprendizaje, llegaron a viajar a otros países de Europa, como es el caso Italia, para visitar otros talleres de joyería de artesanos con técnicas únicas.
Actualmente, pese a que vende directamente al consumidor final, el 90% del trabajo que realiza Ricardo está orientado a las joyerías referentes de España. Así, cuenta con unos 15 clientes nacionales y dos en Alemania. “Las mejores de la ciudad”, señala. Y, en muchos casos, con un vínculo de exclusividad y contrato de confidencialidad.
Pese a que siguen posicionándose como bienes preciados y que encajan a la perfección como regalos o detalles para ocasiones especiales, apunta que “en los presupuestos familiares las joyas han pasado a un segundo plano, ahora hay opciones que antes no tenías”. En este sentido, del pico de 15.000 joyerías que llegó a haber abiertas en España, actualmente están abiertas algo menos de 9.000.
De esta manera, reinventándose y ofreciendo también ese componente experiencial que tanto demandan los consumidores hoy en día, Ricardo Asiain ofrece en su taller la posibilidad a las parejas de realizar sus propias alianzas de boda.
Este proyecto, que sólo ofrecen 4 talleres en España, comenzó a hacerlo antes de la pandemia debido a que otro “colega” de profesión, también aragonés, le comentó los resultados que le estaba dando en su taller en Jaca.
Así, en su taller de joyería de Utebo, Ricardo Asiain permite crear a las novias y a los novios un recuerdo imborrable de su boda. Manteniéndose fiel a lo que una alianza debe tener, ofrece la opción de personalizarla en función de su anchura o del tipo de hilo, como cuadrado o media caña, entre otros, en tan sólo 3 horas de proceso.
Fotografías de Marcos Cebrián
Vídeo de Amaury Cabrera