Calidad Vintage

Blue Velvet es un pequeño comercio de ropa de marca de segunda mano de los años  80 y 90, que dispone de un pequeño local con encanto en Zaragoza y de una página web que se renueva cada día

 

La ropa de segunda mano es cada vez más valorada en España. No solo por moda, sino también porque promueve una forma de consumo responsable. Cuenta de ello pueden dar Patricia Castiñeira y Jota, dueños de Blue Velvet, un comercio físico y online que lleva desde 2013 surtiendo de ropa de los 80 y 90 tanto a los zaragozanos que se acercan hasta el local como a aquellos que compran por internet.

El secreto de su éxito es el cuidado que tienen con cada uno de sus productos. «No compramos a peso, elegimos una a una nuestras prendas», explica Jota. «Somos como una boutique, con un producto muy seleccionado», asegura, para indicar, además, que funcionan como cualquier otro comercio. «Tenemos proveedores que nos suministran el tipo de prendas que vendemos. Son tanto de España como de fuera. En el extranjero hay más tradición que en España, pero poco a poco la ropa de segunda mano se ha ido haciendo su hueco en el mercado»,  informa.

No obstante, su profesionalización ha llegado con los años porque, como confiesa Patricia, la venta de productos vintage comenzó como un «hobby». «Ambos trabajábamos para cadenas textiles fuertes, pero cuando empezó la moda de los mercadillos en Zaragoza, con el Market Replace, sobre todo, y con los que se ponían en bares de la ciudad, comenzamos a vender prendas que comprábamos, simplemente por diversión», indica Patricia. Este fenómeno coincidió en el tiempo con la crisis económica que afectó a España durante unos cuantos años y que terminó notándose en el trabajo de ella. «Fue entonces cuando nos echamos para delante y montamos la tienda», dice. Al principio estaba Patricia de encargada y Jota seguía trabajando por cuenta ajena, pero la tienda empezó a funcionar y «nos decidimos a hacer también página web». Fue en ese momento cuando Jota también dejó su puesto para ocuparse al 100% de Blue Velvet.

 

Esta tienda ocupa un pequeño local en la calle Cadena, en el centro de la ciudad, en una zona que no es de paso y que está un poco alejada del foco creativo de La Magdalena o de la zona de Méndez Núñez. «Llevamos ya unos 7 años en este local. Anteriormente habíamos probado en 2008 a abrir una tienda multimarca, y no nos fue bien. Aprendimos mucho. Por eso cuando abrimos sabíamos qué no teníamos que hacer. Uno de esos aprendizajes fue que no había que coger un local ni muy caro ni que necesitara reformarse al 100%». Con estas premisas escogieron el lugar en el que están a día de hoy, aunque no descartan en el futuro moverse. «Sería por la zona, pero más metidos en el meollo», afirma Patricia.

Ropa de segunda mano especializada

Dentro de la ropa de segunda mano también existe la especialización, y esta pareja ha optado por ella como signo de diferenciación respecto a otros comercios del mismo nicho de mercado que existen en Zaragoza y en otras ciudades del territorio nacional. En Blue Velvet se pueden encontrar, sobre todo, prendas de marcas de los años 80 y 90 europeas. «Las marcas han vuelto muy fuertes de un tiempo a esta parte. Las clientas quieren ropa de marca, pero no quieren gastarse 80 o 90 euros. Así les das la oportunidad de poder comprarlas a un precio más asequible para ellas. Son igualmente de calidad», asegura Jota.

Su público se concentra especialmente entre jóvenes de 15 a 25 años, una clientela con unas características muy especiales. Por eso, una de sus grandes herramientas de marketing y en la que trabajan cada día es Instagram – antes era Facebook, pero su público ya no lo usa-, aunque el boca a boca tradicional también sigue siendo esencial para darse a conocer. «Todos los días subimos tres post aproximadamente. Elegimos familias de prendas como polos, jerseys o camisetas, por ejemplo, y los compartimos. El día de antes los hemos seleccionado, luego los preparamos, los planchamos y hacemos las imágenes para subirlas a Instagram», informa Patricia. Este trabajo diario en las redes también se nota en la tienda ya que todos los días se cambia el espacio. «Cada uno de los cinco días que abrimos lo vamos cambiando». «Nuestro público compra por impulso, por eso también nos gusta cambiar la tienda para que vean el espacio diferente y parezca un comercio nuevo cada día».

En la web sucede lo mismo. «Para nosotros es tan importante la tienda online como la física», indica Jota, explicado la complicación que tiene encargarse de una web de un negocio que solo tiene una prenda de cada en stock. «Intentamos ofrecer el mismo producto, pero hay algunas cosas que no llegan a la web porque se venden antes en el local». «Nos costó hacer la tienda electrónica porque no sabíamos cómo gestionarla porque lo que vendemos son prendas únicas. Si teníamos una web, la teníamos que llevar igual que la tienda física, como otra tienda más». Esa filosofía les ha llevado a que ambas sean rentables.  «Tenemos dos tiendas, la física y la online. Las dos nos funcionan igual de bien porque son igual de importantes», afirma Jota. «En abril hizo 2 años del ecommerce y vamos camino de 3…», añade Patricia, quien asegura que la tienda online da mucho trabajo. «Estamos todo el día. Haciendo fotos, empaquetando, haciendo envíos…»

El disponer de los dos espacios, el físico y el virtual, ha provocado que su público no esté solo en Zaragoza, que en este caso casi siempre va al local o compra por la web, pero acuden a buscarlo a la tienda, sino que reciben encargos desde varios puntos de la geografía española. Todos por la web, ya que no atienden pedidos a través de las diferentes redes sociales. «Creo que en Zaragoza ha costado que entre la ropa vintage, pero ahora tenemos tiendas que lo han entendido muy bien, de gran calidad, de las mejores del país», finaliza Patricia, haciendo un guiño así a las demás tiendas de ropa de segunda mano de la ciudad.

Texto de Beatriz Cuartero Méndez

Fotografías de Marcos Cebrián

Vídeo de Amaury Cabrera

“Uno de esos aprendizajes fue que no había que coger un local ni muy caro ni que necesitara reformarse al 100%”


Patricia, Blue Velvet Vintage

“Las clientas quieren ropa de marca, pero no quieren gastarse 80 o 90 euros. Así les das la oportunidad de poder comprarlas a un precio más asequible para ellas.”


Jota, Blue Velvet Vintage

“Todos los días subimos tres post aproximadamente. Elegimos familias de prendas como polos, jerseys o camisetas, por ejemplo, y los compartimos.”


Patricia, Blue Velvet Vintage

“Para nosotros es tan importante la tienda online como la física”


Jota, Blue Velvet Vintage
  • Blue Velvet Vintage

  • Calle Cadena 8, Zaragoza

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