Tiendas con cita previa, un trato personalizado
Imagínate tener una idea y que, en un chasquido, como si de Cenicienta se tratase, tuvieras ese vestido que tanto deseas. Eso es lo que hace el atelier Asun Landa. 30 años de experiencia que le han coronado como una de las tiendas de alta costura más demandadas de la capital aragonesa.
Todo nace cuando en el 92 Asun empieza a hacer colecciones y vende a tiendas. A partir de ahí consiguió una potente red de representantes donde vendía a toda España con su marca: Asun Landa. “Era la canalización de un producto a través de las mismas redes comerciales de cualquier marca en el mercado”, aseveró.
Hasta que un día, Carmenchu, su hermana, que trabajaba de directora de un hotel, decide cambiar por completo su vida y empieza a trabajar con Asun, quien le guía sobre cómo puede empezar a crear productos. Fue cuando empezó a diseñar unos collares que complementaban el producto de Asun. “Vendía muchas camisetas, prendas de verano que iban todas con un collar”, subrayó Asun, indicando que así es como empezó Carmenchu trabajando con ella.
Así es como nace Carmenchu, al amparo de la marca Asun Landa, pero teniendo trayectorias diferentes y complementarias. Todo cambia cuando Asun se enamora de uno de sus representantes y, como era el más interesado en que la marca se potenciara, ayudó mucho a este atelier y a Carmenchu porque cada día venía reclamando nuevos productos que demandaban los clientes. “Hasta que un día le dijeron que le pedían alpargatas”, afirmó Carmenchu, explicando que empezó a buscar formas de hacerlas hasta que hubo un nicho de mercado tan específico que eran las alpargatas de esparto o cuñas para novias. “Todo eso hizo que cada vez se especializara más y ya solo hiciera esparto para novias”, agregó.
Asun continuaba con su expansión y potenciando la marca llegando a tener más de 300 clientes en España, hasta que acabó la relación con su representante “y toda la estrategia de distribución se desmoronó”, alegó Asun, quien aclaró que al final fue algo positivo porque “Dios quiso que el local de abajo se quedara vacío ese mismo verano” por primera vez desde hace muchos años.
“Tuve que empezar desde cero y me arriesgué a hacer alta costura y trajes de novia”, afirmó Asun. Esa valentía le hizo convertirse en el referente que es hoy en día teniendo la posibilidad de decidir qué clientas quería que fueran a su atelier. “Con la cita previa consigo que la clienta que venga sea mía y ofrecerle un trato personalizado”, resaltó Asun, quien todavía sigue trabajando con dos tiendas que le compran, “me mandan clientas y la encargada de la tienda viene, participa y adquiere protagonismo porque se va a llevar un beneficio”, aclaró.
Vender una idea y que la clienta sepa visualizarlo como tú lo ves no es nada fácil. Sin embargo, cuando hay confianza y 30 años de experiencia te avalan, el trabajo es más sencillo. “Los principios fueron dificilísimos porque atiendes a gente que no te conoce de nada”, comentó Asun, pero ahora, cinco años más tarde, aseguró que muchas de sus clientas vienen porque han visto sus diseños en otras bodas “y quieren ser ellas las más guapas de la ceremonia”.
Conseguir crear una marca en el mercado es muy difícil, es ofrecer un producto exquisito y no cometer ningún fallo porque sino los clientes no vuelven a confiar en ella. Por eso, Asun tiene como futuro reto dedicar parte de su tiempo a la enseñanza, “llevo en la cabeza inculcarles todo el proceso que aprendí hasta que al final sabes mandar a la persona que lo va a hacer. No vale con un dibujo”, aseguró.
Por su parte, Carmenchu ha visto, en el auge de las nuevas tecnologías, una forma de potenciar su marca. “Con Instagram y Facebook estoy vendiendo mucho fuera”, indicó, subrayando que le gustaría vender zapatos a cualquier novia de cualquier parte del mundo. Y esas alpargatas de novia han derivado a un zapato joya. “Es la sensación del lujo de la novia y es un plus añadido”, concluyó.
Fotografías de Marcos Cebrián
Vídeo de Amaury Cabrera
“ Era la canalización de un producto a través de las mismas redes comerciales de cualquier marca en el mercado ”
“ Vendía muchas camisetas, prendas de verano que iban todas con un collar ”
“ Dios quiso que el local de abajo se quedara vacío ese mismo verano ”
“ Hasta que un día le dijeron que le pedían alpargatas”
“ Todo eso hizo que cada vez se especializara más y ya solo hiciera esparto para novias ”
“Con Instagram y Facebook estoy vendiendo mucho fuera”
ASUN LANDA
C/ Torrenueva, 33 (Zaragoza)
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